SAN CRISTÓBAL.- Ángel Santiago apenas tiene siete años de edad. Es un amante de los motores y la velocidad. Sueña con ser un piloto de motociclismo y aunque le quedan muchos años por delante para tomar en serio tamaña responsabilidad, su talento ya despunta en las pistas.
El chico nacido en la Cruz Roja de San Cristóbal en el año 2016, empezó a disfrutar del volante en motovelocidad y el gusto se le fue quedando para empezar a participar en competencias en la vecina Cúcuta donde de la mano de su progenitor ha ido perfeccionado su técnica y sumando conocimientos.
Michel Ramírez, padre del pequeño Ángel Ramírez Rincón indica que el joven piloto ha hecho prácticas en las pistas cerradas de autódromos, kartodromos y motodromos del Norte de Santander y también entrena el estacionamiento del Polideportivo Pueblo Nuevo.
“Ya hemos estados en varias competencias inter departamentales que se hacen en Colombia y a nivel nacional asistimos a las válidas programadas en la pista del autódromo Carmencita Hernández de Maracay o en el autódromo de San Carlos”, dice Ramírez.
EN EL PODIO DE LA IV VÁLIDA NACIONAL
El piloto tachirense recién viene de alcanzar una posición privilegiada durante la cuarta válida del Campeonato Nacional de Motovelocidad donde logró ocupar la tercera posición en la categoría infantil Pit Bike 70 CC, clase novatos.
Durante el evento realizado en la pista “Pancho Croquer” de San Carlos, estado Cojedes, este talentoso niño aprovechó la ocasión de mostrar sus avances al participar también en la prueba mecánica de los 150 CC modificada, para pilotos de categoría libre y adultos.
Un gran logro para este chico tachirense que tiene todo el respaldo de sus padres, Michel y Rosa Rincón, que están orgullosos de la gran evolución que ha tenido el jovencito Ángel Santiago.
La familia Rincón Ramírez ha hecho un esfuerzo para que @santivelocidad949 pueda cumplir su sueño. Por ello se mudaron a Villa del Rosario, en la vecina Colombia, donde el chico estudia en el Colegio Crecer y Crear de esa población fronteriza.
Ángel Santiago aprovecha su estadía semanal en Villa del Rosario para entrenar en las pistas de Cúcuta y los fines de semana se traslada con sus progenitores a su residencia en Palmira, para compartir con la familia y también hacer rugir los motores en el estacionamiento de Pueblo Nuevo.