SAN CRISTÓBAL.- Gana la Vinotinto y todo cambia. El panorama pasa rápido de oscuro a claro. 3 puntos y ya nos estamos ilusionando con ir al Mundial 2026. Se pasa fácil de la crítica dura a los halagos desmesurados. Del «desastre» de Barranquilla al endiosamiento de Maturín.
Vlllanos ó héroes?. A Salomón casi lo crucifican, y en medio de él, estaban subiendo a la guillotina a Tomás y Roberto. Las despiadadas críticas en las redes no solo los señalaban por la derrota frente a Colombia, sino que exigían lanza en ristre sacarlos de la selección y enviarlos al exilio.
Ahh las vueltas que da la vida. 5 doritos después, todos querían abrazarse a Salomón. Es tendencia en las redes, primero por no acribillar la red de Vargas y luego al fusilar el arco paraguayo, todos quieren tener la camiseta 23. Siquitrillado en las redes, en los cafetines y en las plazas donde se hablaba del partido en Maturín; miles de formaciones se dieron, cortando de plano la cabeza al “gladiador”.
Todo lo aguantó, desde la cizaña que brotaba en cualquier sitio, hasta las cargas de los defensores guaranies, para plantarse frente al arquero rival y someterlo para hacer delirar al Monumental y todo un país.
Se sumaron 3 puntos y nada se ha ganado. No hay que exagerar en el triunfalismo desmedido. Sí disfrutar el momento y asimilar que aun falta largo trecho por recorrer, que el camino será más empinado porque los rivales cuentan y tomarán previsiones. Queda claro que la Vinotinto va a darlo todo y luchar palmo a palmo en el terreno de juego, seguro que será así en los futuros compromisos.
El seleccionador Bocha Batista tiene recursos a la mano. No le tembló el pulso para dejar a un histórico en el banco de suplentes – pero no por eso hay que descartar a Tomás Rincón ni a Roberto Rosales – y tuvo el temple para acomodar el equipo cuando los paraguayos intentaban asaltar las trincheras de una defensa que se comportó a la altura y aguantó.
El seleccionador ha encontrado soluciones a casos puntuales. Si Darwin Machis no estuvo en el juego fue por una decisión técnica y se cayeron las quinielas cuando a última hora apareció el nombre de Samuel Sosa en el papelillo de las alineaciones.
Una apuesta del Bocha para abrir las bandas y lo consiguió. A Soteldo le dieron muchos minutos y su aporte fue esencial para entretener al contrario, no le dieron mucho terreno y fue seguido de cerca. El ídolo del Santos debe tocarla más y no exagerar en los regates.
De a poco se le va encontrando la vuelta a un equipo ideal. Solo hubo un cambio en defensa – con respecto al duelo con Colombia – y se la jugó por la juventud de Miguel Navarro y éste le pagó con buen despliegue y neutralizando el ataque en esa zona. Las variantes en el medio se hicieron, apegado a los cánones, en la primera zona, sacando a Martínez para evitar una expulsión.
Sigue probando arriba. Parece que Córdoba aporta más que Josep Martínez, cuando se trata de romper defensas sólidas. Pero eso no descarta al atacante del Inter de Miami en próximas convocatorias. Marques, Kelsy o Erick Ramirez deberán esperar turno.
Preocupan puntos como la descompensación que sufre el equipo en los segundos tiempos. El grupo parece caerse en lo anímico y físico en los últimos 45 minutos. Ocurrió ante Colombia y Paraguay, perdiendo el balón, en las marcas y eso puede pesar; corregir las malas entregas, hacer las coberturas a tiempo y jugar al primer toque son puntos para tomar en cuenta, porque el rival puede aprovechar esas falencias.
Por ahora, vamos bien. Sacar 3 puntos en este arranque de eliminatorias es bueno. Ganarle a un rival directo como Paraguay, mucho mejor; ya se vendrán los analisis de lo que pudo ser y no fue, de lo que se viene en el camino y no es otro que dos rivales de mucho postín.
La Brasil superpoderosa y la Chile que parece en transición están en la ruta de octubre. Enfrentarles con todas las armas y el mismo fervor que se tuvo en el Monumental de Maturín será esencial para seguir escalando esta larga escalera de las eliminatorias en Conmebol.