ESPECIAL. (Tomado de El Economista).- Por primera vez en la historia, la bandera de Eslovenia forma parte de la exclusiva lista de países ganadores del Giro de Italia, uno de los tres campeonatos más importantes del ciclismo internacional. La aparición de dicha nación de los Balcanes se debe a Primoz Roglic, quien luchó contra lo impensable para quedarse con el trofeo.

Roglic tiene 33 años y hace una década debutó con un equipo profesional al ser parte de Adria Mobil, hasta que en 2016 fue contratado por Jumbo-Visma, la institución que lo ha arropado para ganar cuatro majors a partir de 2019: tres veces La Vuelta a España (2019, 2020 y 2021) y ahora su primera vez en el Giro de Italia 2023.

Originario de Trbovlje, una localidad ubicada a 55 minutos de Liubliana, la capital de Eslovenia, Primoz se ha caracterizado por ser un ciclista aguerrido que nunca da nada por perdido, pero que en 2020 vio que esas cualidades no le alcanzaron para ser campeón del Tour de France y terminó cediendo ante su compatriota, Tadej Pogacar, en el último día de competencias. Esta vez no iba a permitir que eso pasara.

Roglic había perdido la corona en Francia tras ceder el liderazgo y la victoria general de la carrera a Pogacar en una competencia contrarreloj de montaña en la penúltima etapa; ese mismo escenario le pasó por la cabeza en Italia cuando pasó por encima de un bache a la mitad de la brutal subida de la penúltima jornada en el Monte Lussari y se le soltó la cadena, viéndose obligado a cambiar de bicicleta.

La señal de televisión mostraba a Roglic parado en el camino, tratando de volver a enviar una cadena rota. En esos veinte segundos de pánico, Primoz lucía como el hombre más tranquilo de Monte Lussari, se las arregló para volver a enviar la cadena por sí mismo y un espectador lo empujó a retomar el camino; luego se reveló que ese espectador era un ex compañero de esquí de Roglic, Mitja Meznar, con quien había ganado un título mundial juvenil en Eslovenia.

El ánimo que le transmitieron miles de fanáticos desde el otro lado de la frontera con Eslovenia se reagrupó para tomar una ventaja general de 14 segundos ante el veterano Geraint Thomas y no cometió ningún error en la etapa final del domingo, recorriendo la capital italiana para expandir su cartera de grandes vueltas a cuatro estrellas.

“Fue una locura. En un momento como este, cuando la presión era tan alta, porque realmente tenía que hacerlo, con toda la gente aquí de Eslovenia, se mantuvo muy tranquilo. Simplemente dio un paso adelante y tuvo el foco de nuevo y continuó de nuevo. Él simplemente lo hizo”, reflexionó Marc Reef, director deportivo de Jumbo-Visma.

“Este Giro lo recordaré el resto de mi vida (…) Disfruté mucho pedaleando por las calles de Roma, pero todavía no lograba darme cuenta de lo que significa ganar el Giro de Italia. Traté de contener mis emociones después de lo que pasó ayer. Cada victoria es especial y estoy agradecido de poder conseguir esta”, agregó Roglic.

Al principio de la competencia se esperaba que el esloveno se enfrentara a Remco Evenepoel por la cima, pero el belga se vio obligado a retirarse mientras lideraba después de la novena etapa, debido a que dio positivo por Covid-19. Evenepoel, Filippo Ganna y Tao Geoghegan Hart estuvieron entre los retiros de alto perfil en un Giro plagado de mal tiempo, accidentes y coronavirus. Sólo quedaban 125 ciclistas de cara a la última semana, 51 menos de los 176 que comenzaron.

El campeón finalizó 14 segundos por delante del británico Thomas en la clasificación general, en tanto que el portugués Joao Almeida completó el podio con 1 minuto y 15 segundos atrás. Fue el margen más estrecho entre los dos primeros desde que Eddy Merckx superó por 12 segundos a Gianbattista Baronchelli en 1974.

“Estoy tratando de disfrutar todas las emociones, y todo lo que ocurrió el sábado. Al final, ganar siempre es bonito, en esta ciudad espectacular, con todas estas increíbles edificaciones, es súper bello”, comentó Primoz, quien también ganó una medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio.

La victoria de Roglic en la contrarreloj que acabó en el Monte Lussari fue la única de etapa en esta edición del Giro de Italia. Quedó magullado tras sufrir una caída en el pavimento mojado en un descenso de la etapa número 11, uno de varios percances que ocurrieron durante las tres semanas de competencia.

Por su parte, el británico Mark Cavendish se sumó a la fiesta de Roglic como protagonista del último triunfo parcial de la edición, ganando al sprint en Roma en su última temporada con un tiempo de dos horas, 48 minutos y 26 segundos, por delante del luxmburgués Alex Kirsch y del italiano Filippo Fiorelli. Con ese mérito y viendo a Roglic quedarse con el título, Cavendish se despidió del ciclismo profesional.

El suizo Hugo Koblet fue el primer extranjero en ganar el Giro de Italia en 1950 y de ahí se incluyeron campeones de otros dos continentes, América y Oceanía; esta vez la corona se quedó de nuevo en Europa pero irá a la región de los Balcanes, con una sonrisa para Eslovenia y, particularmente, para Primoz Roglic y su capacidad de reinventarse.

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