En un juego de beisbol Lara contra Táchira es poco probable que los fronterizos cuenten con el favoritismo porque, según ellos, los de aquí , solo sabemos dar patadas.  La opción se hace más inalcanzable, si  los guaros son los anfitriones y  pican adelante en la pizarra.

La historia se recrea en el campeonato nacional U-10 donde los tachirenses  caían 7 x 3 a la altura del tercer episodio frente a los crepusculares que, para mayor escena, también eran los organizadores,  cuando un palo de agua obligó a la suspensión del compromiso. El juego se reanuda al siguiente día con la reacción de los andinos, cayéndole a palos al pitcheo larense para imponerse por grueso score de 15 carreras a 7.

Luego Táchira pierde con Zulia 9 x 2 y vuelve a la senda victoriosa ante Sucre 13 x 4, igual ante Barinas 19 x 9, forzando un triple empate en el grupo D, entre Zulia, Lara y Táchira, los tres con 3 juegos ganados y uno perdido.

Hasta aquí, todo es competencia y fair play. El equipo ha cumplido: se han hecho las carreras, se han atrapado los outs, se le ha ganado al anfitrión y a representaciones de otros estados donde se dice que jugar pelota es parte del folklore regional.

La contienda por  definir los 2 equipos que clasificarían se trasladó al terreno legal y entonces, vino la decisión federativa de favorecer al conjunto larense por encima del aurinegro porque, según las condiciones aprobadas en el congresillo, el primer método para dirimir un desempate es la carrera average.

El argumento pudiera ser justo si involucrara a los equipos interesados en obtener el pase. Pero, si el asunto trasciende el interés deportivo y se torna discrecional, el favorecido va a ser el  dueño de casa,  por obvias razones.

La presidenta de la Asociación Tachirense de Beisbol lo dijo, en el acto de despedida de la selección. “Este equipo le puede ganar a cualquiera”, y así sucedió en el primer juego frente al equipo larense. Luego vinieron las victorias y la fórmula 3 x 1, donde se truncaron los sueños de los pequeños por acceder a una final.

Cambien las reglas, modifiquen las condiciones de los torneos federados para que los niños no queden frustrados  luego de una excelente actuación. Un solo juego perdido y se acabó la ilusión??, Táchira repartió palos a diestra y se vino con las manos vacías, no se entiende..