ESPECIAL.- Bolivia, el rival de Venezuela en la jornada de este 5 de septiembre por las eliminatorias, puso una piedra gigante como obstáculo para frenar a un rival que en lo deportivo le sobrepasa. Jugar en el Estadio Municipal de El Alto, en la provincia de Murillo del departamento de La Paz, fue la forma escogida por el cuadro del altiplano para intentar quebrar la resistencia del visitante.
La Vinotinto marcha en el grupo de punta de las eliminatorias y quiere los 3 puntos ante una selecciòn local que anda en horas bajas. Los bolivianos cierran la tabla de clasificación y parecen no tener armas deportivas ante un enemigo que le supera en fútbol. Por lo tanto apelan a un elemento natural para buscar oxígeno.
Para entrar en contexto, el punto más alto de Venezuela se puede hallar en la carretera trasandina, en el estado Mérida, y se refiere al Collado del Cóndor, (también conocido como el Pico Águila), y este está a 4 mil msnm.
Jugar en la altura de Bolivia puede presentar varias complicaciones para los futbolistas, entre ellas se pueden destacar las más determinantes, como la falta de oxígeno, pues la altitud reduce la cantidad de oxígeno en el aire, lo que puede causar dificultades respiratorias y fatiga más rápida. Los jugadores pueden experimentar mareos y falta de concentración
Por su puesto, se consideran los problemas de aclimatación, en la que los jugadores que no están acostumbrados a jugar en altitudes elevadas pueden tener dificultades para adaptarse, lo que afectaría su rendimiento.
Problemas cardiovasculares, deshidratación y lesiones son otras complicaciones que pueden llegar a causar la altura en Bolivia.
Ante estas adversidades, los equipos y selecciones deben prepararse para llevar a cabo este reto, en este caso, el entrenador de la selección de Venezuela, Fernando Batista convocó a varios jugadores que hacen vida en los andes sudamericanos, con el fin de contrarrestar estos condicionantes.
En otras épocas, entrenadores como Dr. Richard Páez Monzón o César Farías realizaban módulos preparativos en la ciudad de Mérida, que cuenta con puntos altos que sirven para aclimatizar a los jugadores.