La cuarta posición ocupada por Venezuela en los recién finalizados Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, no es más que la ratificación que el deporte nacional sigue en picada y el reflejo de que los que manejan el deporte han usado a atletas para sus fines proselitistas y propagandísticos, pero sigue el desastre en la planificación y preparación de los deportistas que hacen todo su esfuerzo en los campos, tatamis, gimnasios, pero eso no es suficiente cuando estamos compitiendo con delegaciones que han alcanzado un nivel superlativo y llegan a estas competencias con un roce internacional superior al de los nuestros de allí los catastróficos resultados.
La dirigencia política que maneja el deporte, léase Ministro del Deporte siguen de fracaso en fracaso, así quieran aparentar. Otra vez se quedaron cortos en las proyecciones; aspiraban 34 oros, y con eso se daban contentillo, es decir, solo querían igualar la cita de Barranquilla 2018 que fue de 34 oros (155 total, sumando platas y bronces), pero a duras penas se llegó a 31 oros (en total 154), o sea seguimos estancados, mientras que mexicanos y colombianos incrementaron su cosecha de preseas…. Qué pasó? Nos preguntamos entonces ¿dónde están las 159 medallas doradas de los Juegos del Alba? ¿Qué se hicieron las 461 medallas en total logradas en esa cita disputada en Caracas hace apenas unos meses?.. y la respuesta se consigue en que los manejadores del deporte – incluye las federaciones – han engañado a los venezolanos con el cuento de la potencia deportiva.
Hay atletas élite que se mantienen y compiten con proyecciones de títulos porque entrenan fuera del país, caso Yulimar Rojas, Paola Pérez, Orluis Aular, y el equipo de pesas o esgrima, pero otros, no tienen la misma oportunidad ni las atenciones para entrenar como es debido, menos tienen roce internacional, entonces van al degolladero…EL ESPEJISMO. Ya lo sabíamos que los Juegos del Alba fueron un parapeto para mostrar una Venezuela que no existe. Allí no hubo competencia, ni siquiera los cubanos y rusos que llegaron a competir daban la talla y el resto de islas caribeñas y otras naciones solo fueron comparsa, y eso se refleja en la tabla de medallas… Y LA CARA de la realidad del deporte venezolano quedó al desnudo en la cita en San Salvador, y al ser superados abiertamente por México (140 oros- 106 plata – 99 bronces y en total 347), Colombia (86-90-63 – total 239), Cuba (74 – 58 – 62, en total 194), y Venezuela cuarta con 31 oros – 46 plata y 77 bronces, en total 154. Estamos ante un descalabro del deporte nacional…. Y todo tiene una respuesta. Falta de atención al atleta y capacitación, porque no hay presupuesto y los dineros se van más en propaganda que en darle al atleta las herramientas para competir. A esto se suma que muchos jóvenes con talento prefieren emigrar y abandonar el deporte ante la mala política deportiva.
Estamos en las horas más bajas, el deporte venezolano vive sus momentos de mengua. Desde hace dos décadas vamos por mal camino en materia deportiva, los triunfos son escasos, de dominar los Juegos Bolivarianos y luchar codo a codo en los Odesur y los CAC, seguimos en picada, vamos por el tobogán del fracaso, cayendo más bajo…
El aparato de propaganda del gobierno se apuraba a mostrar las medallas de Yulimar y Joselin como grandes logros, apropiándose de éxitos que solo es por el esfuerzo y sacrificio de esas atletas; nada han invertido los que usan a los atetas como mercancía para sus fines proselitistas…Es la triste realidad que hoy vive el deporte en general. Los CAC San Salvador fueron otro descalabro más, y tristemente seguirán los mismos pseudo dirigentes chupando viáticos y viajando por el mundo diciendo que somos POTENCIA DEPORTIVA, vendiendo espejitos y cuentos con el trillado lema de la Generación de Oro, mientras muchos jóvenes huyen del país, por no tener oportunidad, en el desangre de talento deportivo que se ha marchado por los caminos verdes